Hoy el “Black Friday” o “Viernes Negro” inaugura la temporada de compras navideñas en Estados Unidos. Tiene lugar un día después del Día de Acción de Gracias, que se celebra el cuarto jueves del mes de noviembre. En dicho día, las cadenas y comercios abren sus puertas hasta pasadas las 12 de la noche y venden sus artículos a precios muy rebajados, una práctica que se ha extendido en todo el planeta.
Pero… ¿Cómo surgió el término de «Viernes Negro»? ¿Cuál es su historia?
Hay varias teorías al respecto:
Remontándonos a los primeros rastros que hay en la historia sobre descuentos exacerbados, tras la gran crisis vivida en 1929 y los años posteriores, los comercios se quedaban con un gran excedente de productos en sus almacenes sin vender. Recordemos que para aquellas fechas, EEUU estaba pasando por una época de sobreproducción y una baja en el consumo, lo que derivó tal acumulación de stock.
Pero esta situación cambió gracias al comerciante Fred Lazarus Jr, creador de los míticos almacenes Macy´s y el verdadero inventor de las rebajas: consciente de la realidad que vivían año tras año los comercios, planteó la idea de disminuir el precio de sus artículos para darles salida, y fue todo un éxito. Tanto es así que esta idea logró convencer al presidente Franklin D. Roosevelt, para que adelantase una semana la celebración del día de Acción de Gracias, que luego quedaría establecido por ley tal y como se festeja hoy día, indicando el inicio del periodo navideño e inaugurando oficialmente tal época de compras para disponer de más días de ventas de cara a la Navidad.
Otros atribuyen el uso de la expresión a que en ese día comienza la época en la que los comercios consiguen cambiar los números rojos por negros, debido al superávit que registraban las cuentas de sus balances el viernes posterior a la celebración de Acción de Gracias, pues los números rojos, que significa pérdida, se «teñían de negro» marcando un saldo positivo gracias al gran consumo por parte de la población, siempre gracias a las rebajas.
Sin embargo, algunos historiadores aseguran que el término de “Black Friday” se originó en Filadelfia a mediados del siglo XX, alrededor de 1961, cuando los oficiales de policía utilizaban este término para describir el denso tráfico de personas y vehículos que abarrotaban las calles al día siguiente de Acción de Gracias. El término se popularizó en 1966, y se extendió al resto de los estados a partir de 1975: en noviembre de ese año, The New York Times utilizó por primera vez este término haciendo alusión a tal caos vial y al desastre que se había producido en la ciudad debido a los grandes descuentos.
El contenido y uso comercial como lo vemos hoy día, apareció en los años 1980, cuando fue adoptado por diversas publicaciones y comerciantes para vender la idea de un día dedicado a las compras.
Finalmente, el “Black Friday” se volvió una referencia nacional en Estados Unidos en la década de 1990, extendiéndose internacionalmente con el pasar de los años.
En Argentina, la cadena WalMart fue la pionera en importar la iniciativa en 2013. Desde ese año, varias cadenas y tiendas adhieren a ese movimiento para impulsar el consumo.
Aún más, en la actualidad , cada vez es más frecuente que el “Viernes Negro” se alargue hasta el lunes, fecha en la que se celebra otra jornada de rebajas conocida como “Cyber Monday”.
Podemos comprender por qué el “Black Friday” se ha convertido en símbolo del capitalismo y consumismo exacerbado a nivel mundial, y entender que, más allá que se puedan conseguir ocasiones de buenos precios rebajados para hacer ciertas compras, siempre hay que realizarlas de manera consciente y no por puro impulso, y desde el lado de los comerciantes, tener la libre decisión de adherirse o no a tal movimiento sin sentir la obligación de hacerlo.
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