Por qué soy emprendedora de mi misma.

Estilo de vida de un alma inquieta, idealista y transgresora.

Emprendedora, feriante, creativa, apasionada, perseverante: algunas características de este estilo de vida que elijo y volvería a elegir.

Y si, porque este estilo de vida es todo un tema: es para personas intensas que se atreven a seguir un sueño, a escuchar esa vocecita interior que te retumba en la cabeza, como pelotita de ping pong, y te dice que hagas lo que más te gusta sin importar la opinión de los demás y el arduo camino que te espera por delante, porque seamos sinceros, es realmente cuesta arriba en un ripio rocoso.

De por sí, ser emprendedor es un desafío: sos dueño de todo, sos libre de horarios rigurosos, no tenés jefes, vos sos el jefe; si queres un día ni te levantas de la cama o te perdés dando vueltas por un shopping …  a quien no le gustaría vivir así, verdad? eso es lo que suelen pensar las personas desde afuera de la propia burbuja emprendedora.

Pero, te la hago corta y sin muchos pelos en la lengua, agárrate que viene la revelación: te llevas la gloria en las buenas y la decepción en las malas; los billetes, en momentos de abundancia, son todos tuyos, pero el riesgo de invertir y que salga mal, también, y no me refiero solo a una inversión económica. Básicamente, esa es la cuestión material, sabelo.

Hago lo que me gusta con pasión y disfrute.

Ahora, tocando el lado emocional, creo que no hay nada más satisfactorio que la cara de felicidad de aquellos que se llevan lo que uno creo’, algo a lo que se le ha dedicado tiempo, amor y se le ha dejado la impronta propia. Ya sea un objeto o un servicio, observar esas miradas brillar, no tienen precio, son caricias al alma, y, para quienes lo hacemos, es impagable,  un combustible para seguir adelante.

(Emprender es como la Luna: hay luz y oscuridad en un mismo lugar)

No creas que es todo color de rosas, y no solo te hablo de que puede ir mal la jugada. Me refiero a que hay días en los que uno no duerme, porque hay que entregar un pedido o porque la cabeza no para de funcionar;  fines de semana que son pate de la propia vida laboral al  participar de ferias, y se vuelve a casa tan agotado que solo se desea dormir.

 Hay días que por más que uno sientas fatal, se debe levantar e ir a comprar material, o poner la mejor cara y participar de algún evento.

Hay periodos para todo, ni hablar de esas rachas de falta de inspiración! Eso creo que es lo peor, y me suele pasar, lo admito: momentos  chatos en los que no se  cae ni media idea, y uno se termina preguntando: “para que hago  lo que hago?”. Dan ganas de tirar todo por la ventana y buscar un trabajo común y básico donde no haya que pensar… suerte que ese estado dura poco tiempo, y de repente aparece una idea, como enviada por unos dioses iluminadores que se apiadan del estado crítico y caótico, y Eureka! A volver al andar.

A veces me dicen que hago mal, que no hago otra cosa que trabajar, que no tengo tiempo libre y que vivo encerrada en mi taller, o por qué no busco un “trabajo normal”, como si existiera la normalidad… Pero creo que no me entienden: hacer lo que hago, para mí no es un trabajo, es un placer, un lujo que elijo darme.

 Elijo este estilo de vida, y lo elijaría una y otra vez. Te permite tener la cabeza abierta, en constante movimiento y adaptación al cambio; conoces personas, vidas, historias, y lo más importante, doy amor, transmito  amor en cada cartera, en cada monedero o bolso que la gente se lleva para que forme parte de su día a día, esa es mi intención y me llena el alma.

La vida de emprendedor no es fácil, es una incertidumbre constante, se está solo en el fondo, a menos que no se tenga socios, pero ese es otro tema que no viene al caso.

Un emprendedor vive cambiando pieles: es diseñador, creador, contador, comunicador, obrero, vendedor, asesor, limpia y ordena el caos después de horas de costuras, etcétera…

Está en constante movimiento, debe capacitarse para no estancarse y poder dar lo mejor de sí mismo. A veces el plan falla, el proyecto se cae irremediablemente o muta por elección o conveniencia. Por lo cual hay que estar listo para buscar nuevos caminos, para  volver a empezar, a reinventarse y lo mejor que se puede  hacer, es ser emprendedor de uno mismos, no atarse solo a un proyecto, porque el proyecto puede caer, llegar a su límite o dejar de gustar, pero “Uno” sigue  existiendo.

Por eso uno  piensa, y piensa mucho en que le espera mañana y cómo seguir adelante buscando caminos exitosos.

El éxito yace en hacer lo que te llena el alma.

Éxito… y te pregunto que entendes por “éxito”? Seguramente dirás que tener una cuenta bancaria con muchos ceros a la derecha. Se suele pensar eso, y te digo: que bien por aquellos que lo tienen!

Mi concepto del éxito es diferente: es hacer lo que amas, sentirte pleno y satisfecho, por más que a veces cuesta pagar las cuentas y saber que debes generar dinero para tener el plato de comida en la mesa para tu familia. Pero cuando crees en vos y en lo que haces, sabes que está todo bien, y que sos capaz de encontrar la forma de salir adelante. De lo contrario, no podes tener este estilo de vida tan particular.

Entiendo que no es para cualquiera, no cualquiera “se lo banca”, son palabras de  mis hijas: ellas no lo podrían hacer, así dicen. Me da mucha ternura escucharlas y les digo, y lo saben, que yo lo elijo porque es mi pasión, es como llevarlo en el ADN. Ellas son seres especiales, como todo hijo para su madre: me ven en los días buenos y  en los días malos, y se ve que los malos son mucho peores  de lo que yo percibo!

Pobres mis ángeles, que no tienen otra opción que soportarme, es que para eso está la familia: para apoyarme, para refugiarme, cuando siento que la carga pesa, y compartir la felicidad de alcanzar las metas.

Se puede, solo hay creerlo y sentirlo.

Para aquellos que son emprendedores, están comenzando o lo harán en un futuro, créanme que se puede, no digo que sea sencillo, las cosas que valen la pena no lo son. A caso no vale el esfuerzo  mantener tus sueños vivos y hacerlos realidad? Yo digo que si, merece el esfuerzo, por eso elijo este estilo de vida que me llena el alma.